Para todos es cada vez más evidente que el daño generado por el ser humano al planeta Tierra está alcanzando límites sumamente altos. No obstante, a pesar de que el panorama para las próximas generaciones aparenta ser sombrío y complejo en términos de acceso a los recursos naturales, hoy por hoy, miles de personas en todo el mundo están intentando frenar la inminente catástrofe, reduciendo de diferentes maneras su huella negativa ambiental.
Entre las distintas alternativas que existen para cumplir esta meta, como disminuir el uso de materias primas y objetos de un solo uso o aprovechar y emplear responsablemente los recursos como agua, luz, gas, etc., una de las medidas más importantes para salvaguardar el medioambiente es, sin lugar a dudas, el reciclaje. Este proceso, que involucra la recolección y transformación de los materiales, es tan fundamental para garantizar el futuro del planeta, que se ha convertido en una prioridad promoverlo, inclusive, en los más pequeños.
Con el objetivo de que desde cada institución educativa del país, se fomente entre los alumnos hábitos de reciclaje, en esta nota de Recilock te explicamos por qué es crucial crear una conciencia ambiental en los colegios y qué puede suceder en caso de que no adoptemos estilos de vida más acordes con la protección al medioambiente.
Fomentar el reciclaje en etapas fundamentales de los niños y niñas
Es indiscutible que la industrialización y todos los inventos que se desarrollaron desde ese entonces contribuyeron enormemente a que el ser humano pudiera gozar de una mejor calidad de vida, llena de facilidades y muchos lujos. Sin embargo, muy pocos son conscientes de que con cada objeto y material que se produce las empresas no solo están generando más desperdicios, sino que también están gastando más recursos naturales inoficiosamente.
Para que este ciclo interminable de contaminación concluya, es necesario que todos y cada uno de nosotros nos comprometamos a reducir nuestra huella de carbono, adoptando un estilo de vida más alineado con la protección al medioambiente. Aunque para nadie es un secreto que cambiar nuestros hábitos no es una tarea fácil, una forma de disminuir las complicaciones durante el proceso de transformación es adoptando, desde pequeños, estos comportamientos más sanos y responsables con la naturaleza.
En los hogares, en los jardines infantiles y en los colegios, cada figura de autoridad (padres, profesores, etc.), tiene la invaluable oportunidad de fomentar comportamientos más adecuados, implementando diferentes estrategias didácticas que giren en torno al reciclaje. Por ejemplo, con ayuda de los contenedores de reciclaje instalados adecuadamente al interior del colegio, ya sea en las zonas exteriores o en los salones, los profesores pueden enseñar a los niños qué se debe desechar en cada basurero y cómo debe hacerlo. Todos somos conscientes de que en Chile, gracias a la Norma Chilena 3322, los residuos deben clasificarse en 9 canecas en total, siendo 5 de ellas las más usuales en las instituciones educativas:
- Azul: papel y cartón.
- Amarilla: plásticos.
- Verde: vidrio.
- Beige: cartón para bebidas tipo tetra pack.
- Café: desechos orgánicos.
Además de enseñarles a usar correctamente los basureros para reciclaje, también podemos explicarles cómo pueden re-aprovechar ciertos materiales para crear cosas nuevas y aumentar la vida útil de estos elementos, en lugar de limitarse sencillamente a desecharlos. Objetos como el cartón, el papel, las botellas de vidrio o de plástico, etc., son materias primas útiles y versátiles que pueden utilizarse para hacer diferentes manualidades que seguramente les encantará crear en clase a los niños y niñas.
¿Qué puede suceder si no aprendemos a reciclar?
Ahora bien, ¿qué pasa si en lugar de fomentar estos hábitos saludables en los niños, permitimos que sigan generando tantos desechos y desperdicios como las generaciones pasadas? Muy fácil, tanto las generaciones actuales como las futuras, deberán atravesar innumerables dificultades muchísimo más complejas que las que en este momento estamos viviendo.
La ONU, por ejemplo, estima que si no empezamos desde ya a reciclar y a adoptar comportamientos menos perjudiciales para el medioambiente, nuestra especie, además de toda la fauna y flora presente en el planeta, estaría en grave riesgo como consecuencia de:
- Falta de espacios adecuados para almacenar y procesar los residuos.
- Extinción de cientos de especies y desaparición paulatina de recursos naturales como la madera, el agua, biocombustibles, etc.
- Incremento en los niveles de polución y contaminación del aire.
- Aumento en la destrucción de hábitats naturales.
Ahora que conoces la importancia de adoptar actitudes y comportamientos acordes con el objetivo de evitar una catástrofe natural sin precedentes, ¿qué esperas para promover el reciclaje en tu institución educativa? Recuerda que los niños aprenden por medio del ejemplo, por lo cual, desde Recilock te sugerimos ponerle mayor atención a este aspecto y dotar, con las canecas de reciclaje adecuadas, a toda tu institución.
Artículo tomado de Comercializadora y Distribuidora
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